Ella se tumba en la grama verde,
siente frio y picazón,
no se incomoda sin embargo,
ese verbo que se conjuga en tercera persona es la señal mas clara que está v i v a.
Mira hacia el cielo azul gris,
las nubes ya no son augurios ni arcanos menores del tarot,
mira las nubes y sonrie.
Siente el zumbido de la naturaleza que la rodea,
el ruido de cada cosa grande y tambien diminuta,
la ciudad y su caos,
los insectos que no ceden,
los gritos y risas infantiles,
y uno que otro enamorado que recita poemas en silencio.
Cierra los ojos,
sigue sonriendo,
tararea su ultima obsesión,
ya no hace frio,
sobrevivió ese cruel primer invierno,
gris,
solitario,
gélido,
soberbio
y un tanto triste.
Inicia ahora una nueva primera vez,
un poco mas verde,
un poco mas cálida,
un poco mas viva,
un poco mas ella.
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