Un momento.
Una mirada perdida.
Un llamado sin sentido.
Desesperación hecha carne tras cada respiro.
La inercia es tu único movimiento.
El olor de la noche,
el sudor que corre cual rio creciente.
Escuchas mucho ruido,
pero todos están en silencio.
No puedes hablar,
intentas y fallas.
Mueves tus brazos cual pidiendo socorro,
ahogandote en tierra firme.
Luces.
Silencio.
Un cigarro compulsivo y compasivo.
Una llama que se apaga lentamente.
Ruido y mas silencio.
Manos al cielo, esta vez para liberarte.
Has llegado a la orilla,
no te ahogas en este momento.
Hay un quiebre,
hay un cambio.
Escribes la libertad con otra fuente.
Encuentras la libertad en la opresión.
En el tumulto .... de tus pensamientos.
Escuchas...por fin.
Nunca hubo silencio.
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