jueves, 14 de junio de 2012

Despedida





















Adiós amigo,
                enemigo.
Adios y gracias por todo.

Te preguntarás el por qué de todo esto;
La respuesta es sencilla y alocada:
                                               necesito enterrarte.
Necesito hacer contigo lo que nunca hice con los otros,
necesito que me duelas de verdad.

No quiero otro mas de mis actos,
esos fríamente calculados
para contar cosas sin sentido
y despertar la lastima de alguien vecino.

No.
Necesito que realmente me enseñes algo.
Por eso debo dejarte ir y que realmente me duela.

No quiero buscar otro rostro que encarne cual mascara hueca
esa peligrosa luna en mi destino.
Necesito alguien de verdad y por eso debes morir.

Serás diferente entre todos
porque me habrás enseñado mas que cualquiera.
Serás tu el que realmente me enseñe a dar bienvenidas y despedidas;
A soñar pero saber cuando hay que ceder y no asaltar otra alma de manera desesperada.

Gracias amigo,
                  enemigo.
Adios y gracias por todo
                                  de nuevo.

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