lunes, 10 de diciembre de 2012

13



Otro amanecer,
otro mañana de insomnio.
Parece que la falta de ocupación me tiene detenida en el tiempo.
Lo triste y tal vez, lo perjudicial, es que precisamente deseo que pase el tiempo con furia.
Son pocos los dias y aun así se siente tan lejano;
el reencuentro está a la vuelta de la esquina,
y la casa llama, mas bien grita mi regreso.
Este diciembre no ha sido como los anteriores,
no siento la brisa,
no escucho la música,
no estoy con los mios.
Quiero cerrar los ojos y apurar el reloj,
ya quiero los abrazos,
el calor de la arenosa,
la calidez de mi hogar.



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