Ya ves que no hablo para otros aunque sean otros los que
escuchan: dime, si quieres, que sigo jugando con palabras, que también yo las
mezclo y las tiro en el tapete. Reina de corazones, ríete una vez más de mí.
Dilo: No podía impedirlo, era cursi como un corazón bordado. Yo seguiré
buscando el acceso, Hélène, cada esquina me verá consultar un rumbo, todo
entrará en la cuenta, la plaza de los tranvías, Nicole, el clip que llevabas la
noche del canal Saint-Martin, las muñecas de monsieur Ochs, la sombra de Frau
Marta en la Blutgasse, lo importante y lo nimio, todo lo barajaré otra vez para
encontrarte como quiero.
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