Viajo en taxi y ahi está, de nuevo, ese viejo e imponente edificio en el centro de la ciudad. Me acuerdo de él inevitablemente y sigo mi camino. Llego a casa, me aguarda su mensaje. ¿Telepatia? Patrañas. Lo he pensado mil veces y no aparece como por arte de magia.
¿Cuantas veces he pasado por este lugar ya? ¿Porque siento que en estos tres meses he pasado mas que en los tres últimos años?
La verdad es que tal vez el número sea mayor, o no, poco importa. La ciudad se reordena con las personas que entran y salen de nuestras vidas. Las coordenadas cambian. Un lugar sin importancia es ahora el centro de nuestra atención y aquellos que nos perseguían como fantasmas brindan una aparente tregua. Y los edificios siguen ahi, solemnes, silenciosos, dispuestos a prestarse para el amor o el desencanto.
Viajo en colectivo, ahi está de nuevo ¿Cuántas veces más me acordaré de él? ¿Cuántas veces me preguntaré, cuántas veces he pasado por este lugar?
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