lunes, 27 de febrero de 2012

Una tarde en San Telmo

Calle Defensa
Cada esquina en Buenos Aires tiene magia y encanto. El afán de lo nuevo y desconocido hace que mis caminatas sean lentas tratando de absorber al máximo cada color, olor y sensación. 
Hace poco tuve el placer de caminar la calle  Defensa en San Telmo, donde se reúnen multiples artesanos y se respira un ambiente bohemio, lleno de restaurantes locales, bares, distintos almacenes y mucho tango. 

Choripán
Plaza Coronel Dorrego
Caminar por la calle fue interesante, en medio de un río de personas tan diversas me sentí un poco melancólica, supe de inmediato que seria una actividad divertida para compartir con las mujeres que mas quiero en el planeta después de mi mamá, mis amigas Andrea, Paola, Angelica, Inés y Yina. Pude imaginarlas preguntando por cada puesto el valor y origen de cada accesorio y antiguedad, las diferentes fotos que podríamos tomar, las risas y carcajadas, las historias, las miradas confidentes que dicen mas que mil palabras, una cerveza o vino casual en el parque mientras observamos el tango callejero. 



Las busco en cada esquina bonaerense y pienso en las innumerables aventuras que podríamos tener. Este post es una invitación o mas bien una declaración por medio de la cual anhelo poder tenerlas en esta esquina del planeta y disfrutar una vez mas una tarde sencilla pero maravillosa con ustedes. 

domingo, 26 de febrero de 2012

Cuerpo Docente


Bien sabía él que la iba a echar de menos
pero no hasta qué punto iba a sentirse deshabitado
no ya como un veterano de la nostalgia
sino como un mero aprendiz de la soledad.

Es claro que la civilizada preventiva cordura
todo lo entiende y sabe que un holocausto
puede ser ardua pero real prueba de amor
si no hay permiso para lo imposible.

En cambio el cuerpo
como no es razonable sino delirante
al pobrecito cuerpo
que no es circunspecto sino imprudente
no le van ni le vienen esos vaivenes
no le importa lo meritorio de su tristeza
sino sencillamente su tristeza.

Al despoblado desértico desvalido cuerpo
le importa el cuerpo ausente / o sea le importa
el despoblado desértico desvalido cuerpo ausente
y si bien el recuerdo enumera con fidelidad
los datos más recientes o más nobles
no por eso los suple o los reemplaza
más bien le nutre el desconsuelo.

Bien sabía él que la iba a echar de menos
lo que no sabía era hasta qué punto
su propio cuerpo iba a renegar la cordura.

Y sin embargo cuando fue capaz
de entender esa dulce blasfemia
supo también que su cuerpo era
su único y genuino portavoz.

Mario Benedetti